martes, 15 de abril de 2008

Mañana de invierno

Las cuatro paredes reflejan la pelea
de las sombras.
Parpadeo. La luz no tiene eco.


¿Cómo se llama el abuso de palabras
que han aspirado el frío nocturno?
Resbalan
como resbala el agua que ha golpeado
gota a gota toda la noche.


Lenguaje en un país de exilio
sin adónde.
Sólo ritmo y sosiego.
La letra en caída libre.

2007

Lenguaje del hielo

El témpano
vacila, da vueltas en el viento.
Canta como si la poesía lo empujara.
Su piel azul se atasca en las aguas
como un animal del trópico,
como un yacaré del frío.


Nidos de cornisa recortan
el iceberg flotante.
La luz irisa el punctum de la cámara
y el aire oculto del fractal
parece tener visibilidad.


Por los cuartos del cerebro
los sentidos simulan el témpano.
Quedo presa en sus paredes
y las tallo.

Marina

Otra especie de puerto: el azul, la herrumbre
y los barcos en lastre.


Veo cada roca, cada estría
soportar el esfuerzo
de salir de aguas abiertas.
Los chorros salados se ensañan
con el cemento.


¿Por qué la luz ardiente del mar
conmueve
con su mordisco voluptuoso?
En el muelle bate la vida.
Una voz vieja de lobo marino
cubre mis sentidos.


Todo el oxígeno
cuando el animal saca la cabeza del agua
y se para sobre la arena.
La chatarra respira
el olor dulcemente podrido
del mar.